Los problemas para Air France no paran. Su futuro empieza a tener nubarrones incluso en este 2017 cuando jamás antes las aerolíneas habían tenido tantos clientes. Hace unos días se hicieron públicas las cifras económicas del grupo Air France KLM del primer semestre. El resultado fue de unos beneficios de 301 millones de euros. No es nada en comparación con los beneficios del grupo IAG y de Lufthansa, pero peor es perder dinero.

Sin embargo, estas cifras son absolutamente horrorosas cuando se estudian en detalle. El grupo, como se sabe, está integrado por dos aerolíneas, Air France y KLM. La francesa es el doble de grande que la holandesa. Sin embargo, la francesa apenas aportó 61 millones de euros de los resultados. El resto, o sea casi todo, es aportación de KLM, que es la mitad que Air France.

Pero ahí no acaba el desastre de Air France. El grupo francés se divide en una rama de mantenimiento de aviones y otra que es propiamente la aerolínea. La rama de mantenimiento arrojó en estos primeros seis meses unos beneficios de 62 millones de euros, de lo que fácilmente se puede deducir que Air France, la aerolínea, no gana dinero.

El problema no se resuelve y empieza a tensar la relación entre Holanda y Francia. “Air France cada vez más es un servicio de mantenimiento de aeronaves”, dijo Rob Swankhuizen, de la Asociación Holandesa de Aeronáutica (NVLT), mientras que la aerolínea es un lastre. Este comentario viene porque en Holanda temen que el negocio de mantenimiento pueda intentar asumir la parte de este negocio que tiene KLM. Sin embargo, también en este KLM, mucho más pequeña, es rentable, aportando 27 millones de beneficios.