Cuando la crisis abierta por los dos accidentes mortales de sendos 737 Max sigue abierta en canal, a Boeing se le ha declarado otro problema de seguridad. Varias inspecciones han detectado grietas en algunos aviones de su modelo 737 NG, el modelo que ha venido a sustituir el 737 Max.
Boeing ha informado de que las aerolíneas han inspeccionado 810 aviones y que han encontrado problemas en 38. En concreto, grietas en una parte que ayuda a unir las alas con el fuselaje del aparato.
Aunque el fabricante americano no informó de a qué compañías afecta el problema, la brasileña Gol ha confirmado que ha tenido que dejar en tierra 11 aviones. La americana Southwest Airlines también ha asegurado que ha cancelado los vuelos de dos 737 NG que tiene en su flota.
Según ha informado la agencia Ap, los problemas con este componente se habrían detectado recientemente, cuando algunos de los 737 han sido reconvertidos de aviones de pasajeros a aviones de carga.
La nueva incidencia obligará a las aerolíneas afectadas a tener varias semanas inmovilizados los aparatos. Savanthi Syth, analista de Raymond James, calcula que necesitarán al menos 60 días para realizar las tareas de mantenimiento.
La constante presión y las fuerzas que soportan los aviones en pleno vuelo provocan un desgaste en algunas de sus piezas conocido como fatiga de materiales. Por este motivo, no es extraño que los reguladores aéreos encarguen inspecciones periódicas para revisar el estado de los aviones. En 2011, por ejemplo, la Federal Aviation Administration (FAA) ordenó que se revisaran periódicamente los 737 después de que se abriese un agujero en el fuselaje de uno de ellos en pleno vuelo.
El caso del 737 Max también ha deparado malas noticias en los últimos días a Boeing. Según un informe revelado por “The New York Times”, la compañía no habría advertido a la FAA de la importancia del buen funcionamiento del sistema de estabilización de vuelo –MCAS, por sus siglas en inglés-, que se ha perfilado como el causante de los accidentes de Etiopía e Indonesia.
La FAA también está en el punto de mira de los legisladores americanos. Según el informe, su relación con Boeing habría sido “demasiado amistosa”.