El aeropuerto de Teruel recibió ayer, en apenas 45 minutos, tres nuevos aviones que quedarán estacionados en las instalaciones de Tarmac. Con estos aterrizajes, ya son 24 las aeronaves que alberga el aeródromo, cuya actividad principal es el estacionamiento, mantenimiento y reciclado de aviones.
Los aviones que aterrizaron ayer son Airbus 321-211 de la compañía UTair, la tercera aerolínea con mayor volumen de negocio de Rusia.
Las aeronaves, destinadas al transporte de pasajeros, partieron del aeropuerto de Vnúkovo (Moscú) y tomaron tierra en Teruel a las 12:55, las 13:30 y las 13:40 horas, respectivamente, según informó la propia aerolínea en su página web.
Flota
Con ellas, son ya 19 los aviones de esta compañía que se encuentran almacenados en el aeródromo turolense, a donde han ido llegando desde el pasado 1 de diciembre. Siete de ellos son Airbus 321. El resto son Boeing 737 (seis) y Bombardier CRJ-200 (seis). Todos ellos se encuentran en la campa exterior, salvo dos de los Bombardier, ubicados en el interior del hangar. UTair cuenta con una flota de 124 aviones, parte de ellos almacenados y el resto activos.
En el aeropuerto permanecen estacionados cinco aviones más de otras aerolíneas: cuatro Boeing 747 (Jumbo) -uno de ellos, de Air France-KLM, dentro del hangar para ser reciclado- y un Airbus 320.
Tres de ellos se recibieron en 2013 y los dos restantes, a lo largo de 2014.
El pasado mes de junio, Tarmac estrenó la zona de campa pavimentada habilitada tras el hangar para el estacionamiento de aeronaves en condiciones de seguridad ambiental. En ella tienen cabida alrededor de 40 aviones de tamaño medio, tipo Boeing 737. El Consorcio del Aeródromo-Aeropuerto, constituido por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Teruel, invirtió 2,8 millones de euros en esta primera fase de pavimentación de la campa. Tarmac, concesionaria del hangar y de la zona de estacionamiento, devolverá el dinero a lo largo de los 25 años de concesión con un interés del 3% anual.
El Consorcio dispone del proyecto de la segunda fase de pavimentación de la campa, presupuestado en 1,4 millones de euros, que se licitará cuando lo solicite la concesionaria en función del ritmo de ocupación de las instalaciones. Al igual que en la primera fase, la compañía tendrá que devolver la inversión mediante pagos anuales añadidos al canon que abona por la concesión.