La empresa mendaroarra DMP y el centro de investigación eibarrés Tekniker-IK4 investigan en el proyecto europeo Optimize las últimas tendencias en tecnología de motores de aviación para reducir el consumo y la contaminación. El centro tecnológico llevará a cabo ensayos en un banco de prueba para verificar la eficiencia de los engranajes que componen las cajas reductoras integradas dentro de los motores aeronáuticos.
Tekniker recordó ayer que el sector de los motores de aviación se encuentra en constante desarrollo y a la búsqueda permanente de avances técnicos que permitan incrementar su eficiencia, disminuir los costes de mantenimiento y reducir las emisiones de gases contaminantes.
En ese sentido, explicó que la tecnología aeronáutica de motores en aviación comercial “está convergiendo en cambiar las soluciones tradicionales de multieje con transmisión directa entre compresores y turbinas a una transmisión indirecta, a través de una caja de engranajes que permite optimizar la velocidad de giro del ventilador en compresores y turbinas y, en algunos casos, también en reducir el número de ejes”.
Así, el centro de la alianza IK4 indicó que, con esta aproximación tecnológica, “es posible aumentar significativamente la eficiencia del motor aeronáutico, reduciendo tanto el consumo de combustible como la emisión de gases contaminantes” y, además, “cajas de engranajes más eficientes y más duraderas disminuyen los costes de mantenimiento”.
En ese contexto tecnológico actual, la Unión Europea ha confiado en el consorcio formado por DMP -empresa perteneciente a la corporación Egile- y Tekniker para participar en el proyecto Optimize, que busca conocer el efecto que tienen las tolerancias de fabricación de los engranajes en su eficiencia durante su funcionamiento en estas cajas de engranajes.
Dentro del proyecto, DMP se encarga del diseño, simulación y fabricación de los engranajes, mientras que Tekniker se ocupa del banco de ensayos destinado a medir la variación de eficiencia de los engranajes bajo diferentes variaciones geométricas de estos componentes.
Único test La directora del proyecto en el centro tecnológico, Beatriz Fernández, explicó que las pruebas se realizarán en un banco de ensayos totalmente sensorizado con el objetivo de obtener toda la información a través de un único test, una capacidad que la investigadora calificó de “muy interesante, ya que reduce considerablemente los costes y el tiempo de ensayo”.
El proyecto, que comenzó el pasado octubre y se prologará hasta enero de 2016, tiene un presupuesto previsto de 600.000 euros, de los que 450.000 euros son financiados por la Unión Europea a través del VII Programa Marco, en particular a través de la Iniciativa Tecnológica Clean SKy, el programa de investigación en aeronáutica más ambicioso creado en Europa