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Binter Canarias sobrevive con un solo avión y seis pilotos propios

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Naysa y Canair han absorbido casi todas las operaciones y aparatos de la antigua filial de Iberia.

El grupo invertirá 110 millones de euros en seis ATR y casi 11 millones en una nueva sede para las oficinas de Naysa y Binter.

A la aerolínea Binter Canarias no le queda más que un avión propio y una plantilla de seis pilotos con los que realizar su actividad, a pesar de que la compañía asegura contar en su flota con 17 ATR y un Bombardier alquilado a Air Nostrum. Los aparatos que antaño eran de la aerolínea comprada a Iberia en 2002 han sido progresivamente traspasados a las filiales Naysa y Canair, donde las condiciones laborales eran, hasta hace casi un año, inferiores a las de la matriz. El mantenimiento de un avión en Binter ha permitido a ésta conservar el AOC, mientras que el grueso de las operaciones se subcontrata a las franquiciadas.

En 2014, el conglomerado, propiedad del grupo de empresarios canarios Hesperia Inversiones Aéreas, realizó un pedido en firme de seis aviones ATR 72-600 al fabricante europeo Avions de Transport Régional. Fuentes del sector consultadas por preferente.com apuntan que, tras la aprobación del convenio colectivo único para tierra, TCPs y pilotos en Binter –“el más básico del grupo”-, las nuevas compras irán en gran medida a reforzar la flota de esta compañía frente a las filiales, como también se espera que ocurra con las próximas contrataciones de tripulantes técnicos por razones de rentabilidad.

Los dos primeros ATR nuevos tienen la entrega prevista para antes del próximo verano y cabe la posibilidad de que se destinen a Naysa, que negocia con su rival Canary Fly el traspaso de dos de sus aparatos de mayor antigüedad. La relación con este competidor, que copa solo un 5% del mercado interinsular canario frente al 25% que ostentaba la desaparecida Islas Airways, también provoca dudas entre empresarios y profesionales, que hablan de un “reparto de mercado” o de una “competencia controlada” en el archipiélago.

Fuentes cercanas a Binter han corroborado que la flota de Naysa y Canair “es la de Binter, pero con una pegatina que pone ‘operado por…’” y que la propiedad también es compartida. Naysa fue absorbida en 2007 y Canair en 2011. Incluso el personal ha pasado de una a otra compañía. Tras aducir pérdidas, en la matriz se han hecho varios Expedientes de Regulación de Empleo (uno en 2010 para TCPs y otros dos para pilotos, en 2011 y 2012, éstos últimos pendientes de resoluciones finales del Tribunal Superior de Justicia de Canarias y del Tribunal Supremo) con los que la plantilla ha quedado reducida a los actuales tres comandantes, tres segundos pilotos y algo más de una decena de tripulantes de cabina de pasajeros.

Entre tanto, el grupo Binter Canarias no ha dejado de hablar de crecimiento y de lucir la chequera: los seis nuevos aviones encargados a ATR costarán 110 millones de euros y la compañía también ha anunciado la inversión de 10’9 millones en una nueva sede en el Parque Empresarial Melenara (Telde, Gran Canaria) para acoger a Naysa y Binter a partir de 2017. También hay oficinas en Tenerife, donde tiene sede social Canair y despacho el vicepresidente y ‘hombre fuerte’ de la compañía, Rodolfo Núñez, exdirector general de Binter en los primeros años desde su fundación y expresidente de Caja Canarias.

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