ha inaugurado su nueva base de mantenimiento una vez OSAC, la agencia francesa de seguridad aérea, ha concedido su certificación para las nuevas instalaciones situadas en el aeropuerto de Toulouse-Francazal, en la localidad de Cugnaux, a escasos kilómetros al sur del aeropuerto Toulouse Blagnac donde se encuentra la cadena de montaje de ATR.
Toulouse-Francazal, perfectamente visible desde el lado izquierdo del avión cuando se aterriza por las cabeceras 32 de Blagnac, es una antigua base aérea del Ejército del Aire francés (BA101, General Lionel de Marnier), cerrada como tal en 2010 tras ser convertida de base a destacamento en 2009; y hoy usada como aeropuerto para aviación privada y ejecutiva. Antes de ser base aérea fue el primer aeropuerto de Toulouse, construido en 1923, aunque hay registros de vuelos en la zona desde 1911. Entre 1933 y 1936 era el punto de partida de los vuelos de Air France hacia América del Sur; allí tuvo su primera sede el fabricante de aviones Dewoitine; y en 1934 el Ejército del Aire francés estableció allí la citada BA101.
En la nueva base de mantenimiento de ATR en este aeropuerto se realizarán revisiones, mantenimiento y reparaciones bajo a certificación EASA Parte 145 así como la formación de nuevos técnicos de mantenimiento bajo la norma Parte 147. Además ATR basará allí sus prototipos y llevará a cabo los vuelos de prueba y análisis de nuevas tecnologías.
Patrick de Castelbajac, consejero delegado de ATR se mostró orgulloso “de este nuevo punto de apoyo en la región de Toulouse, que es una prueba más del éxito a lo largo de nuestros 35 años de asociación”. También señaló que el motivo de “mudarse” a este aeropuerto ha sido la necesidad de más espacio, algo muy difícil de obtener el aeropuerto de Blagnac debido a la constante expansión de Airbus, y reconoció haber recibido ofertas de varios países para instalar en ellos este centro de mantenimiento y formación.
El centro de mantenimiento de ATR se encuentra situado en un hangar construido en 1934 en el que caben dos aviones ATR. Gran parte de la estructura del mismo se ha mantenido tras los trabajos llevados a cabo para adecuarlo a las necesidades de ATR, y que incluye la construcción de un anexo de 1.200 metros cuadrados que se usará como oficinas para unas 80 personas.
ATR firmó el contrato para ocupar este hangar el pasado 13 de abril con Sefta, la empresa que gestiona el aeropuerto, el cual tiene una duración de 43 años, los que restan de la concesión por 45 a Sefta.