Airbus instalará a partir de 2019 nuevas cajas negras en los aviones de su gama de larga distancia A350, una de las cuales será “desplegable” para flotar en la superficie del agua en caso de desaparición del aparato en el mar, anunció la empresa.
Este nuevo equipo combinará la grabación de 25 horas de conversaciones sostenidas en la cabina frente a dos en la actualidad, con los datos técnicos del vuelo, indicó el constructor en conferencia de prensa en el salón de la aeronáutica de Bourget.
Hasta ahora las informaciones estaban contenidas en dos grabadores distintos.
Cada avión será equipado con dos grabadores que contienen los mismos datos, uno fijo en la parte delantera del aparato (Cockpit voice and data recorder, CVDR, ndlr), y el segundo (Automatic deployable flight recorder, ADFR) será desplegable e instalado en la parte trasera del aparato, según Airbus.
Estas cajas incluirán un transmisor que emitirá señales que faciliten la localización de los restos del avión durante 90 días frente a 30 en la actualidad, gracias a una pila más poderosa.
En caso de accidente en el mar, la señal podrá ser detectada “más fácilmente pues una de las dos cajas quedará en la superficie del agua”, explicó Charles Champion, responsable de ingeniería de la división aviación comercial de Airbus.
La caja colocada en la parte trasera del avión se despega automáticamente en caso de que se presente una deformación importante de la estructura del avión o con la presión si está sumergida.
“Por debajo de cierta profundidad las señales no suben, y por eso es difícil detectar las cajas”, explicó Champion y precisó que el nuevo sistema fue concebido para resistir a todas las intemperies, especialmente la temperatura.
“En algunos lugares del mundo, como en el Pacífico por ejemplo, hay pocos aviones, no hay barcos y pocas señales. En ese ámbito se podrá detectar la señal de la caja que seguirá flotando, incluso si el avión desaparece bajo el agua”, añadió.
El A350 será el primer avión de la gama de grandes aviones de Airbus en estar equipado con estas cajas a fines de 2019. Seguirán después los aviones A330, el A321 LR (de largo radio de acción) y el A380, según el constructor.
Gracias a las cajas negras, pueden ser explicados cerca del 90% de los accidentes aéreos.
Las cajas negras del vuelo Air France AF447 Rio-París, que desapareció en el mar el 1 de junio de 2009, solo fueron recuperadas 23 meses después, sumergidas a una profundidad de 3.900 metros en el océano Atlántico. Sus datos pudieron ser usados íntegramente.
Por el contrario, el vuelo MH370 de Malaysia Airlines se da por desaparecido hace tres años. El Boeing 777 se volatilizó el 8 de marzo de 2014 con 239 personas a bordo, poco después de su despegue de Kuala Lumpur con destino a Pekín.
La mayoría de los aviones están equipados con dos sistemas de grabación: el CVR funciona como magnetófono y contiene las conversaciones sostenidas a bordo, mientras el FDR graba todos los parámetros de vuelo (velocidad, altitud, aumento de potencia de los motores, etc) segundo a segundo.